lunes, 18 de julio de 2011

Día 11. Huelga el comentario

A pesar de la falta de información por parte del P. Aguerri, el cual no avisó en ningún momento (solo 17 veces) de que el lunes era día de huelga nacional. Nos advirtieron que aquí nunca se sabe cómo pueden acabar este tipo de días, unas veces son completamente pacíficos y otros con numerosas víctimas. Nos levantamos todos tranquilamente (algunos más que otros) y sin prisa ni pausa, fuimos pasando por el comedor a recibir nuestra dosis diaria de galletas con chocolate y chococrispies, nuestra particular dieta disociada.
Con todos en pie y con la estricta orden de no salir de casa, decidimos montar una zona chill-out. Mulliditos colchones tirados en el suelo de la terraza, cubiertos con sabanas estampadas (cada una de su padre y de su madre), nos sirvieron para crear en la mañana un espacio de relax absoluto, a menos de dos horas de habernos quitado las legañas, volvíamos a dejárnoslas largas. Los expertos comentan que la zona chill-out en pocos días se convertirá en zona cero de gérmenes y bichos varios, me veo con traje NBQ.
Tras una agotadora mañana, llego la hora de la comida, nuestras chefs nos sorprendían con una exquisita crema de espárragos seguida de unas milanesas (no se asusten, nos referimos a los filetes). Para la sobremesa, más de lo mismo, chill-out y out-chill para tod@s.
A media tarde el P. Ismael y Erick irrumpían en la casa, traían nuevos planes, para los más atrevidos: ¡¡visita a la casa del mecánico!! Allí les machacamos el jardín con la escusa de dar patadas a un balón, nos tomamos toda el agua de coco, unas naranjas amargas y poco más. Otros más aguerridos aún se quedaron dándole al mus en la casa y machacaron a las futuras doctoras.
Rematamos la noche con una película (si a eso se le puede llamar así) que nuestro hermano Erick tuvo el detalle de traernos y cómo no de ofrecerse como traductor ruso-español (Oh-Da, Oh-Da). "El caso es que un tipo se liga a una en un aeropuerto que resulta ser rusa y ni habla ni nada. El tipo es tan raro que solo la quiere para lo que la quiere y claro (es Nikole Kidman auuuuuu, auuuuu, ) uno piensa pues siendo esa...tampoco son tan raros sus gustos. Total, que trabaja en un banco, el, no la rusa que os recuerdo que no se entera de nada, y resulta que aparecen uno tipos rusos también le hacen todo el lio y le obligan a robar el banco. Que pun que pan. De repente, sin venir a cuento, ¡ella si que habla ingles! el banquero ruso la deja embarazada y los ladrones que son Eslovenos desaparecen. Al final se casan o algo y son felices pero poco". Bueno se nos hizo bola y yo me la dormi.

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