sábado, 14 de julio de 2012

Día 2. ¡Todos al Campamento y tiro por qué me toca!

Nos levantamos temprano, temprano, más temprano que los gallos. En el cole nos recibieron los nuevos compañeros: la Toraco, la Bruja, Casablanca, Bujarraca, Betty por ahí, Prepu y compañía, y otros milesmuchos mas majos que las pesetas, que ya irán apareciendo en este pequeño blog
Después del `enoooolme´ esfuerzo de la maxireunion en la que pocas cosas se sacaron en claro y se nos hizo mucha bola, Liiiiiiiily propuso unas dinámicas para romper el hielo.

Uno de los Casablanca nos acompañó por primera vez a La Sirena, el lugar más frío de todo San Cristóbal. Es como ir al Alcampo pero primero, le puedes pasar la tarjeta a cualquiera de las dependientas y segundo, sales con síntomas de entumecimiento y congelación. De hecho los productos frescos no están refrigerados ya los refriguera el propio aircooler del local (Vamos: like timbres de castillos). 
Llenamos tres carros, nuestros tres primeros carros de los cientos que llenaremos en estos días, de bolis, lapiceros, cuadernos, bebidas, carne, jabón, escobas, Casablanca, praapreadoeropdaporaa pintuuuura.
Al llegar a casa, estrenamos nuestra maravillosa cocina nada menos que con unas alitas de pollo fritas en el dichoso aceite de soya este que ni frie ni deja freir, a men de que no hay otra cosa que salte mas, que noooo.
Después de comer nos metimos otra vez en la furgo en dirección a Haina, donde Ramón nos ofreció un tour por el centro del, no tercer, si no quinto mundo. La primera visita fue al centro Mamá Tingó donde pasaremos el mes pintando con Macho y compañía. Luego visitamos el dispensario de la parroquia (donde casi nos atrapan a tres para ordenar el archivo: ni de coña) todos juntos sin separarse y, a ser posible, sin bajar de la furgoneta continuamos recorrido. Para que os hagáis una idea, Haina es como el Rastro pero con baches, mucha suciedad (pero suciedad de porquería) peligroso, sucio ruidoso… vamos que no.
Después de Haina, continuamos el viaje en dirección a la playa de Nahaio, y de camino vimos la refinería de Haina con la pertinente clase magistral de Borja (mazo pelo, mazo dientes) al respecto de las torres de pirolisis y el fraccionamiento del crudo en función del calor de evaporación … bla bla bla  bla bla me aburroooooooo.
En un ratin, llegamos a Nahaio, que es, para que os hagáis una idea, como el Rastro, como Haina e inundado, no olvidemos que a eso a qui le llaman playa... Fue la primera toma de contacto con el Caribe y guai guai, lo que viene a ser guai, lo que tu dices guai guai, que te paras y dices que guai, como queriendo decir que guai…. NO!, Guai no, pues…. porque no. Insisto, es como el Rastro pero en Haina e inundado. Tras un refresco de Cocacólera, volvimos a San Cristóbal a casita a cumplir el horario de tareas, limpiezas y varios (mazo apetecible a esas horas: MAZO PELO, MAZO DIENTES).

Menos mal que lo que pasa en Dominicana se queda en Dominicana.

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