jueves, 26 de julio de 2012

Qué menos mal, ni qué menos mal, ni qué niña muerta!

¿Menos mal que lo que pasa en dominicana se queda en dominicana.? ¡Mentira y gorda!, gorda como esas tipas que aun no sabemos como se meten en esos pantalones tan chiquitos y respingones. Trola, falso inconsistentemente absurdo. Han pasado escasos días y yo sigo viviendo el día como si aun estuviera allí, me lo he traído pegadito seguramente con taipe. Me levanto esperando ver las palmeras y no las veo, esperando estar rodeado de un montón de gente que por fin se ha dormido bajo mis incansables ronquidos. Alguna encajada entre ranuras de colchones, otros atrancados en sus sabanas-sacos como si fueran antibalas...y no, no están. Esperando un olor a café de fondo que me indica que un par de personas están haciendo el mejor desayuno posible con los medios que tenemos. Insisto me lo he traído de allí, eso y las carreras a Aniceta para salir puntuales y llegar a la izada de bandera solemne de una patria que da la sensación de que nunca mejorará porque como en su propio himno se canta, no se lo merecen por indolentes, por serviles, porque ser libres es una decisión de valientes, y eso que alli los hay, Freddy, Peniel, Betty y Melina, pero son los menos. Me he traído también vuestras energías unas frustradas otras no, pero todas insistentes tratando de enseñar a leer o si quiera las vocales, compartiendo  el orgullo de una de la profesiones mas privilegiadas que existen. Me traje compartir con vosotr@s la espera a tener tod@s la comida en un plato y taca cuchara y a comer. Porque como hace poco leí en un libro, se comparten muchas cosas viendo comer "por muy bien educado que estés enseñas el paladar, la lengua,... masticar, deglutir tragar y beber " con gente que no conoces de nada, es un momento muy personal casi vergonzoso. Disfrutando con los demás el esfuerzo hecho para preparar esos plato (y no juego con los plurales) en el caluroso cuchitril llamado cocina. Ese esfuerzo que hacia necesario que nos comiéramos hasta la ultima miguita y cebolla de nuestros platos. El "no café" si no se comparte, tambien me lo he traido, porque no todo son rosas y  sonrisas, y en la miseria del cansancio  (y pido disculpas a tod@s) a uno no le sale contener lo que a veces actitudes normales de diecitantoañeros le hacen pensar.  Me traje mirar a todos los techos del mundo, valorando en ellos la necesidad de rascar y pintar a ser posible con la misma música de fondo dedicando esas horas del día a pensar un poco en todo hasta hacerse bola: en que hacemos allí, en el por que y en si vosotr@s, que al rededor trabajáis a tope como si la pared que estais arreglando fuera de vuestra propia casa, realmente estais aprovechando la oportunidad de una experiencia como esta.   Me traje la conversación apasionada y culta de Pedro (wikipedro a tope) y las misas , porque eso si que son misas, de Aguerri. Y la decepción de ver a otros que en su desfachatez van a estropear el trabajo de decenas de años. Me traje dudas y me traje certezas. Dudas, por ejemplo, como la de si os habréis merecido el puesto en este viaje o la certeza de que si no es así, la culpa es exclusivamente mia por realizar una mala elección.  Dudas como la de si algun@ confundirá mi papel de coordi con mis distintas responsabilidades en el Cole o certezas como la de que si bien no afectara a vuestras notas (ni para bien ni para mal, no os arriesguéis por si acaso) jamás os veré como simples alumn@s del bachillerato. Dudas como si verme en bañador afectara a que algun@ huya de mis asignaturas o certezas como saber que mi pollo con arroz al curry puede hacer que algun@ si se cambie a mis asignaturas.(Muchos, mucho, muchos, guiños seguidos) Dudas como la que me asaltaba cada vez que nos subíamos a la furgo y no sabia quién se sentaría delante (que hubo gente que no lo hizo y me gustaria saber porque aunque lo supongo) y certezas como haber descubierto mientras esquivaba motoconchos alguno de los corazones mas indómitos que este planeta ha tenido la suerte de parir. Y desde luego un vocabulario nuevo que aquí no podré usar, porque que le palpite la pepita, con mazo de dientes y mazo de pelo a algún niño del campamentos mientras dice "Casablanca" como un kiwi, o unas gaviota, o un cormorans... se me puede hacer bola. Me he traído tanto, que la frase habría que desmontarla y discutirla, aprovechando quizás esos tan escasos momentos que hemos tenido para compartir ideas a la luz del sueño, a veces con uno, a veces con tres, a veces incluso con todos mas otra.  O no solo ideas, compartir al mismísimo Neruda leyendo su poema numero 20, o al trágico Agustín, no al santo si no al ferretero, y su pánico a una muerte segura, quizás no hoy ni mañana pero que es segura, chao Agustín. Y cuanto habrá que me traje y aun no lo se, y sigue en la maleta de mi neocortex, esperando a salir en el momento mas inesperado. Ultima duda, o ¿ultima certeza? Habrá que decidir que es: Y el año que viene, ¿mas?, ¿mejor?... ¿otros? Si la llama que en algunos veo que empieza a dejar de titilar se vuelve firme y de fuertes de colores, me da igual lo que ocurra , porque esto ya no se cuenta en años, se cuenta en días.

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