martes, 23 de julio de 2013

¿EQUIPOOOOOOO?


Sabe Dios a qué hora os habéis ido a dormir y en qué condiciones de ánimo. Ahora estáis desparramadas en los colchones y salvo los ronquiditos y algún que otro balbuceo parecéis seres vivos normales.

Hace escasos días acabábamos de llegar con las maletas caladas y esto iba a ser una experiencia y … ¿ya lo ha sido? El guerrero de la luz estaría de acuerdo conmigo si dijera: ¡Menudo wayabaso! 

Aunque parezca mentira muy lejos y muy atrás (tanto como queráis) quedan ya muchas cosas: los fondos de Windows que hemos descubierto juntos, la “M” con la “A”: “Ru”, el empañete, la pintura, Gabriel y sus hermanitos, las cenas explosivas, las zanjas, los descerebramientos en la furgo cuando se viaja (o sea siempre), las carreras por ser puntuales, las misas bañados en sudor sabrosón, Manolo “on Fire” en la obra, los paseos por la sirena hasta las orejas de cemento, niños diciendo "hay diooooo Profe, cuando tu te va?", los despertares de gallos y bocinas, ese despertar cuando te toca hacer desayuno, acostarse con la brisa y las palmeras de fondo, las conversaciones de furgo, tirar cemento a la pared para completar un hueco y ver como irremisiblemente se desliza y al suelo, la lucha fraticida por no dormirse en la mesa, el reparto de comida si sobra, el momentazo en el que Gabriel vibró con la música, la acalorada cocina a la 1 de la tarde, el buen rollo de piesito, el helado BON, los tremendos amigos que habéis conseguido a base de cariño y sonrisas, las patadas al cordi (seguro que intencionadas) en el chill-out, la visititita de Chantal, las tardes de bachata y dembow, flotar en el tranquilo Caribe,  … creo que esta lista se haría tan interminable como la de películas de cine que propusimos a María (no la pierdas serda).

Cada una ha aprovechado esta oportunidad a su manera. Algunas incluso lo han hecho compartiendo con el lejano Chile o Madrid (desde Dominicana no se cuál esta más lejano) En todo caso, ojalá tengáis la sensación de haber sido lo suficientemente leales con vuestros ideales como para haber sido dignos del privilegio de haber venido. Dignos del esfuerzo que otras personas han hecho y siguen haciendo para que vuestras vidas sean estas, ni mejores ni peores, estas. Un “estas” que como habéis podido comprobar es tan diferente a otras que uno piensa como de injusto llega a ser el reparto.
Creo que siempre hay una primera vez para venir, pero ¿Estamos dispuestos a venir por primera vez “por segunda vez”, o por primera vez “por tercera vez”?  Yo, ganas locas por mi primera “enésima vez” y se que julio está ahí mismito.

Familias, menudas hijas (hermanas, sobrinas, primas...) son unas "sabias y de las goldas". Dejarles respirar un poco y descansar y poco a poco os irán poniendo al día de la experiencia, pero intentar darle sentido a tantas cosas lleva su tiempo.

El que no quiera entenderlo… que le den un wayabaso, o mejor, que NO  le den un wayabaso.

DÍA 26: Y colorin colorado...

Tranquilamente nos hemos despertado son la luz del sol que asoma entre las palmeras que rodean nuestro hogar. Porque es eso lo que significa el CESA para nosotros: ha sido un hogar.

Esta es una mañana de recoger, ordenar y recibir a las últimas visitas que vienen a despedirse y en unas horas estaremos volando hacia Madrid de nuevo.
Los días de viaje se han acabado, pero la experiencia no. Para algunas por primera vez, para otras como segunda, Dominicana deja en nuestros corazoncitos Solidarios una llama que permanece viva durante todo el año y que de una manera u otra nos mantiene ligados a nuestros compañeros y amigos. Es lo que nos hace estar todo el año deseosos de volver e intrigados de qué habrá sido de nuestros niños del campamento, deseándoles lo mejor a muchos kilómetros de distancia.

Este año ha sido una gran aventura.
    En Madrid: comenzamos organizando eventos para ganar dinero con visión de futuro de volver aquí; seguimos con voluntariados varios, que nos ofrecen un pedacito de la realidad y además de ayudarnos a ser más conscientes de lo que es la vida, nos unen como grupo a los cooperantes y nos hacen unen como a una familia.
    En Dominicana hemos tenido la oportunidad de aprender de nuestros niños, que todas las mañanas nos regalaban una enorme sonrisa acompañada de un "ay dioh profe que difisil" pero que en cierto modo nos daban fuerzas para seguir adelante y volver días tras día a dar el máximo.
en la obra de por las tardes, nos hemos superado a nosotros mismos. Quién iba a decir que las "flaquitas blanquitas" como aqui nos definen son capaces de empañetar. Pues no solo eso! Hacemos mezcla, empañetamos, rascamos y pintamos. Y además disfrutamos con ello.
 Hemos descubierto que las fuerzas no solo se sacan de dormir y comer bien sino que cuando estas motivado puedes mover montañas. Porque levantarse a las 6.30 de la mañana a hacer desayunos, para ir al campa dar clase, jugar, correr, bailar.. volver a casa a las13:00 para hacer comida para todos, y cambiarnos para a las 15:00 estar en Sainawá hasta las 19:30 aprox, sí, es cansado; pero lo hacemos mejor que bien,lo hacemos de buena gana, lo hacemos con una sonrisa, y cantando y bailando todo el
rato.
Y por no hablar de Gabriel. Cuánto hemos aprendido de un niñito sordo-mudo, que vive en una casita de chapa con su madre y sus 7 hermanos, con el que apenas podíamos comunicarnos todos los días pero aun así nos alegraba el trabajo con su pequeña cara de pícaro y sus incesantes ganas de aprender y ayudarnos con todo lo que pudiera.
En cierto modo, esa inocente personita ya nos está haciendo plantearnos un proyecto para el año que viene y la verdad es que eso sería GRANDIOSO! Y he ahí la genialidad de este viaje, que si vas con la mente abierta a ayudar y aprender, la experiencia está asegurada, pues ahí a donde mires recibirás una lección de vida, una bocanada de aire fresco, una actitud frente a las circunstancias.
Qué de cosas hemos aprendido en esta experiencia y qué de cosas nos faltan por aprender pero es curiosa la manera de darte cuenta de que puedes ser útil. Y es bonito saber que el cambio es posible, el cambio esta en nuestras manos.
Vivir aqui,  ha sido un eterno Compartir, que nos ha unido más qeu cualquier otra cosa por eso,lo último que se puede decir es GRACIAS.
Gracias a nuestros padres,porque nos han brindado la oportunidad de venir, gracias a todos los Dominicanos por su hospitalidad, amabilidad y amistad. Gracias a todos los cooperantes por haber hecho de este viaje un sueño. Gracias al Coldi porque vale absolutamente para todo. y Gracias a Dios por dejarnos disfrutar de esa maravillosa vida que nos ha tocado y que en viajes como este cobra aún más sentido.
LA SOLIDARIDAD CON TODOS Y PARA TODOS

lunes, 22 de julio de 2013

DIA 25: Esto ¿se acaba?

Bien temprano, a las 6 estábamos en pie para dirigirnos a la Casa Curial y de ahí a Santo Domingo para ser testigos de la grandísima primera misa de Piesito. Peldón, Padre Piesito. 

A pesar de que algunos no quisieran y otros no pudieran ver completa la misa la representación del grupo que quedó dentro se levantó en numerosas ocasiones emocionados por las palabras de su gran amigo. Haciendo referencia al abuelo BUENO de una amiga suya, nombrándonos al comulgar, o mencionándonos al final de la misa cómo miembros de su propia familia. Fueron gestos que provocaron alguna que otra lágrima. Sin duda alguna será una misa recordada por todos y por las Manitas Limpias de Piesito que fueron protagonistas de un higiénico besamanos.

 Bizcocho en boca nos fuimos a dar el último paseo por la zona colonial de santo Domingo y por fin gracias al Padre manolo y su bonita guayabera tuvimos privilegio de entrar en la catedral. Acto seguido vimos la elaboración del puro bajo las explicaciones del dueño de su propia legua, mientras nos refrescábamos con un rico jugo. Terminamos las compras de los más rezagados y fuimos a comer a un asturiano conocido como “El Tigre” por cortesía de la familia de Piesito, haciéndonos sentir una vez más parte de ellos.
¡Qué rico estaba todo! En especial la tarta de dos chocolates y dulce de leche preparada para nuestro nuevo sacerdote, la cual celebramos con un “y que cumplas muchos más (días felices en tu vida, por supuesto)”. 

Como no podía faltar al final los españoles tuvimos que bailar. Rojo y Carlota nos hicieron una pequeña demostración de cómo (o cómo no) bailar sevillanas. En la sobremesa no faltaron los castillos con botellas de plástico y las ya habituales cabezadas de Carlota, a pesar del café que tardó un chin en llegar. Tocó despedirse de nuestra familia dominicana, volver a nuestra casa y hacer los últimos turnos de limpieza para dejar la casa perfecta para nuestra despedida, que supuestamente empezaba a las siete (las ocho y media dominicanas). Tras unos bailecillos y batallas de menear la chapa la noche se torció empezando por que una de muestras cooperantes debido a su licuefacción no nos pudo acompañar, además de por que nos vimos sin cena ya entrada la noche. La guinda fue romper las “piernas” de la mesa con lo que los invitados se fueron yendo y el plan de macro fiesta de pijamas acabó por no surgir. Aún así supimos disfrutar de lo que nos quedaba por delante tomando unas buenas papitas.

Después de nuestra peculiar cena, la noche no había terminado, llegó el momento de hacer maletas o incluso convertirnos en sonámbulos (ehh itz??).

Nuestro ultimo día en República Dominicana había acabado, lo que para la mayoría de nosotros es considerado un tremendo wayabaso.

DÍA 24: Explota explotame explo, explota explota mi …


Hoy el día se presentaba emocionante, la ordenación de Jesús y Raúl y otros acontecimientos quizás incluso lo hicieron muchísimo más de lo que jamás habríamos pensado.
A las 9:00 puntualísimos aterrizamos con el busito en la casa curial donde deberíamos recoger a unos cuantos compañeros y a una señora que se acopló en el asiento de delante como si con ella no fuera, pero de ahí no se bajó hasta que llegamos a destino. Ni se bajó, ni abrió la boca ni un ahí te pudras… una jartá de alegre la tía.
Salimos con tanto tiempo de margen que dio tiempo incluso a solucionar un pequeño problema de batería de la furgo (le dio por hacer un “no arranco” y ale) En la parroquia de Santo Toribio de Mogrovejo, lugar del acontecimiento, 45 minutos antes ya estaba la iglesia a rebosar. Jesús y Raúl andaban por allí la mar de guapos y ciertamente nerviosos. El grupo solidaridad se sentó un banquito y poco a poco los diferentes padres de la orden, a muchos de los cuales ya conocemos, se fueron pasando a saludar. Miguel Ángel, Ismael, Valerio, Giovani, Lorenzo (al que mandamos un gran wayabaso desde aquí), Marco … jolín que de ellos.







La celebración comenzó puntual. Los diversos ritos como tumbarse frente al altar, las unciones con oleos, el hecho de que sean vestidos con los nuevos hábitos ayudados por un formador y sus familias… realmente emocionante. Incluso las palabras del celebrante fueron llamativas: no os penséis que ahora vuestro trabajo es llegar e imponer vuestras ideas y vuestro trabajo, ahora lo que sois es una herramienta al servicio de la comunidad. El cambio a sacerdote con lleva un gran poder y por tanto una gran responsabilidad (clavadito al Señor de los Anillos) por que en  el fondo lo que van a hacer es trabajar con la ilusiones y las creencias de sus feligreses. No deben buscar en la vida sacerdotal aquello que no han podido conseguir en una vida seglar.
La verdad es que muy muy interesante. Tras tanta emoción, fuimos invitados prácticamente todos a una comida en el seminario que la orden Agustina tiene en Santo Domingo. Allí en el jardín estuvimos compartiendo risas el plato estrella del país (Arroz…) y alguno incluso nos hicimos una escapadita par robar unas manzanas escondidas enfrente de nuestras narices en una nevera.
Una vez terminado el encuentro nos fuimos a la zona colonial a realizar las consabidas compras para familiares y otros compromisos. Paseamos calle arriba, calle abajo, caaaalle arriba, caaaaalle abajo, regateando discutiendo precios y realmente comprando muy poco.
La  catedral para variar cerrada así que nos subimos al bus y para San Cristóbal. Breve compra en la sirena (no tenemos de cena ni de desayuno prácticamente nada) y para la casa a cenar. Mientras hacíamos la cena descubrimos ciertas facetas de una de nuestras cooperantes a saber su nombre:
.- Es una tipa sin un pelo de tonta (ni de lista).
.- Es de humor explosivo
.- Le encanta cocinar en hornos de pirolisis
.- Su canción favorita es de King Africa.
.- No duda en hacer temblar las paredes
.- Arde en deseos de comer macarrones gratinados
Correcto ¡habéis acertado! La verdad es que las pistas eran muy fáciles. En fin, antes de la cena aclaramos una serie de problemillas de convivencia que son más que normales en un grupo de gente tan variado.  
Tras la cena una piña muy rica que prepara el Coldi de postre y unas cuantas fotos a los fantasmas, que parecían haber huido sabe dios por qué de la casa en esta ocasión.

Nos fuimos a la cama con una enorme sonrisa por tener la imagen de ver como el Coldi rompe la tercera silla y hace amagos de caerse. Majestuoso wayabaso.

DÍA 23: VIERNES. GYMKANA DAY

Buenos Día por la mañana, esta vez con más tranquilidad en el desayuno porque sólo íbamos a uno de los campamentos, al juntarse todos los niño en el de Lavapiés. Al inicio con pequeños problemas de logística y orientación por parte de los que veníamos de Pueblo Nuevo y nos sentíamos perdidos ante tanto espacio y chicos que cantaban el himno a viva voz. ¡No estábamos acostumbrados a tanta energía!

Ya desde el primer momento el día prometía un montón de experiencias que nos iban a dejar con la boca abierta. La primera se presentó en la furgo, en la que escuchamos en nuestra emisora de música algo como “Feliz día a mi hijo que está en su última jornada de campamento urbano”. Aniseta iba hasta las trancas, no cabía ni un alma más entre tanto ampli y bidón. La verdad es que aunque al principio nos parecieron demasiados, el correr con los niño durante la mañana nos provocó una sed indescriptible.
Errores con las pruebas y también entre los propios monitores que en lugar de dificultar el camino de los chicos dándoles largas, confesaban su número de prueba a la mínima de turno.


Arlyn se proclama vencedor, con el "equipo ñé" todavía muy lejos de ganar las piezas para completar el mapa que conformaba la búsqueda de los bolones del tesoro. Sin embargo todos y cada uno de los monitores de los equipos, así como los niños, dieron lo imposible para estar on fire a pesar del calor abrasador.
Tras la merienda gratuita y una batida en la que pusieron menos entusiasmo se celebraron unos concursos de baile que ya quisieran los de Fama, ¡cómo se curraron los chavales las coreografías!, el harlem shake y comenzaron los llantos de las despedidas, aunque no sabemos si fueron los niño o los profes los que más lloraron.
Mientras que una parte del grupo marchaba a Sainaguá para rematar el trabajo de la tarde, la otra  iba a Jaina en el pick-up de Ramón, en el que aparte de unos cabesasos se escuchó buen dembow y se comieron buenas buenas empanadillas.
Tras el viajecito nos juntamos con la hermana de Ramón, miembro del club de los Leones (una asociación internacional con sede en diferentes países del mundo dedicada a ayudar a personas desfavorecidas a través de las donaciones externas. Le dejamos fundas con gafas graduadas preparadas ya para su donación tras una revisión gratis al paciente interesado.
De ahí fuimos a Sainawá, donde sorprendentemente finiquitamos el trabajo dejando una capilla más que decente. La verdad es que ha sido un duro trabajo todos y cada uno de los días pero muy gratificante ver cómo se terminan las cosas propuestas con un esfuerzo continuo  de cementar, rascar, sedasear y pintar a las calurosas 4 de la tarde.


En la sirena compramos por fin comida. Cielos estábamos haciendo operación bikini! Aunque pronto se pasaría ese efecto porque Peniel nos llevó a cenar a una hamburguesería en la que la comida era de todo menos rápida. Además Melianna nos invitó a un rico jugo a elegir entre naranja y fresa en el restaurante más glamuroso de San Cris, cuyos dueños son sus  padres y los de Massiel.
Realmente un día agotador, contentos de ver los frutos de nuestro esfuerzo pero el hecho de que esto se acabe nos acercaba cada vez más al acechante wayabaso.


DÍA 22: Empañetando una gripe

Empezamos el último día de clases, ya que mañana es el último día y hay rally. En general todos los niños están melancólicos porque nos vamos y los buzones están llenísimos de cartas con las que seguro lloraremos al irnos, pero la diversión en los recreos y los bailes generales no faltan. El Harlem Shake va sobre ruedas, ¡si es que aquí se lleva el ritmo en la sangre!
Por otra parte hemos decidido comer directamente en Sainagua, con el objetivo de acabar la obra que empezamos. Rascamos tiempo hasta de donde no lo hay, y trabajamos como auténticos campeones. La tarde ha sido impresionante. Después de cinco horas y siete sacos y medio de cemento (el record lo teníamos en 3) hemos estado empañetando, rascando y pintando, bajo la lluvia, hasta dejar la capilla bastante apañada. Ya esta empañetando desde el piquito de arriba hasta abajo y solo quedan los trocitos que ocupan la unión entre el andamio y la pared.

Ha sido todo un espectáculo vernos ahí subidos bajo la cortina de agua dale que te pego al empañete. Se nota que venimos de clima frío porque los compis autóctonos enseguida han empezado a tiritar con el frescor de la lluvia y nosotros nada, dale que dale!!! Aún así queda mucho por hacer, y lo más seguro es que mañana repitamos la jugada de comer arriba en la obra, ya que todos coincidimos en que hay que acabar aquello que nos propusimos como proyecto al llegar a dominicana hace 21 días.
Aunque estábamos derrengados, al volver a casa cubiertos totalmente de cemento, limpiamos a  Aniceta, y nos duchamos a fondo y nos fuimos de cena con Manolo. Se conoce que más de uno estaba “hambruno”, ya que la bendición fue un visto y no visto, además de que la comida voló. En la cena nos acompañó un pequeño gato sarnoso y despeluchado que iba rozando piernas al son de un UY UY UY!

Al volver a casa preparamos el Gran Rally, con el que esperamos tener el mejor cierre del campamento con el que los niños nos puedan recordar. Un día más nos ha dado tiempo a hacer de todo, alargando los días a más no poder. Tarde o temprano el cansancio nos dará un gran wayabaso.

viernes, 19 de julio de 2013

DÍA 21: MO es aMOr




El día empieza temprano, para variar, y vamos al campa llenos de energía.  En Lavapiés Ese día tocaba introducir la genial tradición de los buzones de final de campamento. Consiste en que en la sala de profesores se colocan buzones de todos los monitores del campa y se van llenando con cartas tanto de profes como de niños. Un gran recuerdo de nuestro paso por aquí. (lectura ligera o no tan ligera para el viaje de vuelta) A los niños les encanta tener un detalle con nosotros y animados hacen dibujos y dedicatorias coloridas

En cambio en Pueblo Nuevo el campa se movía con el lema “Mo es amor”, ya que una niña de quinto curso rogó y rogó a Moni que le consiguiera a Gabi, uno de los monitores más jóvenes, como su pareja de baile, cosa que no consiguió

Al mediodía fuimos a comer a casa Arlyn que muy amablemente nos invitó a un exquisito arroz con guandules verduras variadas y carne guisada por cortesía de su madre. Y para terminar un detallazo de la tarta Solidaria por cortesía de los del Santa Rita. Debemos ser la caña porque nos quieren muchiiiisimo.
Entre cabesaso y canbesaso en las mecedoras llegó Piesito con su mamá a saludar. Que majete. Aunque no estuvimos mucho con el ya que pronto marchamos para trabajar. Sorpresa. andamios nuevos! Como siempre contamos con los incondicionales: Meliana y Peniel.
Todo hay que decirlo, son de gran ayuda.
Esa tarde tuvimos la oportunidad de hablar con la madre de Gabriel, nuestro amiguito el sordomudo. Desde que vimos como reaccionó el otro día a la vibraciones del amplificador, y como se alegro al notar algo,  pensamos en apadrinarle durante el año que viene para que pueda recibir una educación adecuada a su minusvalía. Gabriel, es un pequeño de 4 años que vive en una pequeña chabola de chapa junto con sus 7 hermanos y su recién enviudada madre. Las condiciones en su “casa” son insalubres y es algo que nos ha tocado bastante como grupo. Nos hemos planteado que el proyecto del año que viene sea la edificación de su propia casa, siempre y cuando ellos consigan el terreno como propio. Pero también nos hemos planteado cosas como ¿Por qué una mujer de tan escasos recursos tiene 8 hijos? ¿Cómo le planteas a una mujer de escasa educación que al apadrinar a su hijo ella no va a ver ni un céntimo? No es tan sencillo, sino que es algo que exige responsabilidad además de dedicar un dinero que no ha visto en mucho tiempo en un solo hijo. Sabemos que la madre quiere ayudar a su pequeño pero en parte tememos por la tentación que esa ayuda le pueda provocar y eso haga que el dinero no llegue al objetivo inicial.
Madurando ya la idea y hablando con ciertos contactos creemos haber encontrado la mejor manera de que el apadrinamiento salga adelante. El niño dispondrá del transporte necesario para llegar hasta la escuela especial a gasto pagado. <es tremenda la idea de poder trabajar teniendo delante al objetivo de un proyecto futuro.> todo esto nos motiva mucho y hace que día tras día volvamos deseosos al trabajo, para ver de nuevo a nuestro pequeño gran amigo.
Y ya volviendo a la tarde del miércoles, volamos a la Sirena a comprar la cena y comida del día siguiente. Las mayores ya tenían en la cabeza las universidades ya que en escasas horas, esa madrugada saldrían los resultados de admisión  de las diferentes carreras. Si es que no paramos!
Tras volver de la sirena cenamos arroz y patata al horno con la que más de uno, agotado del día entero, dio un par de cabesasos a la mesa, como es costumbre en el CESA (Es el nombre de la casa de donde vivimos).

Ha sido un día intenso de trabajo y reflexión; así que a la cama, que en una hora salen los resultados de la unis, y luego a la cama que en unas horas de nuevo hay campa. ¿Pero es que aquí nadie duerme? Pues no, wayabaso pa nosotros.

miércoles, 17 de julio de 2013

DíA 20: ¿Decidiendo?

El día en el CESA comenzaba a las 7 como siempre, salvo para las de desayuno claro que lo hagan como lo hagan siempre es media hora antes.  Los campas estaban listos para recibir a los niños y sus monitores con ganas de empezar el día. como todas las mañanas reparto de monitores y recogida de niños patata de pueblo nuevo a Lavapiés. 

En él campa de Lavapiés, entre fotos y vídeos, dio tiempo a hacer el primer ensayo de lo que será un increíble Harlem Shake. Su protagonista fue Bolita, quien nos deleitó con su forma de baile imposible de imitar por Rojo e Itziar quienes parecían más bien Peter la Anguila. Tras una brillante actuación en la clase de lectura, donde escribiendo palabras con DO han salido palabras como dodecaedro… tan cortitos para algunas cosas y luego dicen dodecaedro… y es que encima te explican como si fueras tonto: “si profe una figura de doseeee laadooos… “ Dichos ingenieros salieron al patio a compartir el Harlem Shake con todos. No se nos puedo olvidar el momento pelos de punta al sonar el himno en mitad del recreo donde todos sin excepción se pararon para escucharlo. Mientras en este primer campamento se respiraba la tranquilidad en el otro el día resultaba más movidito, y si no preguntadle a Betty cuya camiseta va a necesitar más de un lavado por un accidente algo indigesto.
Gracias a la donación de la Federación Madrileña de Baloncesto (FBM), Mónica pudo llevar a cabo un pequeño entrenamiento con algunos niños que conocían este deporte, ahora si, con balones decentes.

Llegamos prontito a casa para comer con la esperanza de poder dormir la siesta, pero quedó en eso, una esperanza, porque una importante conversación se dio en la mesa para zanjar el tema de la niña enferma del día anterior. ¿Zanjado o no zanjado? … Complicado de explicar.
Al llegar a Sainaguá acompañados por los ya habituales Peniel y Meliana, a quienes se unieron Andrea, Arlyn, Leticia y Manuel  la cosa se complicó al no haber agua en toda la zona. Sin embargo, como para nosotros no hay nada imposible y para Manolo menos, solventamos el problema con 3 bidones, dos cubos, Peniel, Itziar y Novoa. De camino hacia casa para rellenarlos, a Manolo se le ocurrió hacer una pequeña visita a la comunidad afro que nos había invitado a comer antes pero no pudimos aceptar la invitación por trabajo (parecemos alemanes ¡coño!). Suerte que allí nos dieron agua y pudimos, además, ver la ensebada (la cucaña dominicana).

 
Con el cemento ya hecho, la mano de obra trabajando tanto en pintura como en pared la obra parecía que avanzaba con mayor rapidez. Eso si a la hora de pintar aquí se pinta todo, pared, rodapiés, suelo, techo…
 Salimos de allí antes de lo normal para ducharnos de manera express e ir a la comunidad de Cañadahonda morada de Vlady y Genova. Alli compartimos una cena a la luz de las estrellas en la azotea que constaba de spaguettis con culantro y salchichas con mas culantro. Borja recibió unas pocas pullitas por parte de la amiga Génova pero bueno siempre como un caballero tomándoselo con filosofía (la venganza es un plato que se sirve frío: como los spaguettis). Mientras cenábamos Raul nos llamó para ver como estábamos desde Santo Domingo, ¡pero que majete es el Piesito! Leticia distraída con la conversación de Armín hizo su entrada triunfal con ladrillo invertido.

Hemos llegado todos a casa bastante cansados pero eso no nos impide cumplir con nuestras tareas: sándwiches, baños y blog. A estas horas indecentes, los wayabasos contra la mesa son demasiados asi que nos vamos despidiendo. Buenas noches desde Dominicana.

DÍA 19: Buenas vibraciones.


Después de la rutina (Rutina como sinónimo de: esto esta chupado como mola nuestro campa) habitual de la mañana, alguna actividad del campamento se convirtió en ardua y complicada hasta para los propios monitores. Está claro que las adivinanzas no son el punto fuerte ni de los niños dominicanos ni de las españolas, y para más detalles preguntadle a Novoa que seguro que os sabe contestar (#ironíaON): “VACAminando un bishito”, “ESTEBANco está ocupado…”; y las repuestas cada vez más originales “hormiga profe!, no ¡¡Bishito!!, o ¡¡ESTEBANCO, se llama ESTEBANCO!!
En lo que sí son expertos es en mandar notitas y halagos, diciendo que “les tá doliendo la barriga un chin” acompañado de una firma para captar la atención de la profe. Por otra parte, Pueblo Nuevo amanecía entre apisonadoras y asfaltadoras, también comenzaban las cartas de despedidas en los buzones, las cuales nos harán llorar de vuelta en el avión. Concretamente el de Monica está a puntito de explotar… ¡No es amor! Pero, ¿dónde están los monitores?
Y para colmo de emociones, terremoto escala 5.1 que por cierto no notó casi nadie pero que hizo temblar la isla.
Pero no todo son emociones interesantes ni risas divertidas,
esta vez fue el dolor de muelas de una niña lo que nos devolvió a la realidad. Una mala alimentación y el descuido de los padres hicieron que nuestra niña pasara por el consultorio para tratar su problema. Concretamente el viernes pasado la pequeña fue mandada a casita por un tremendo dolor en la boca, hoy lunes (por falta de recursos seguramente)  no la han llevado aún al médico y ya está montado el cirio, menuda infección. ¿y ahora qué hacemos? ¿Lo pagamos, no lo pagamos? Si lo hacemos, ¿les estamos acostumbrando a que el “blanquito” todo lo soluciona con sus dólares? Es cuestión de dinero o no, porque hablamos de unos 4 o 5 euros… ¿que familia aquí no tiene 4 euros…? y claro entre tanto a la pobre niña se le infecta la boca y le duele cosa fina. Parece ser que el dolor, y menos el de un niño, no entiende de éticas ni de ahorros. Buf, demasiado para nuestras jóvenes mentes.
Nuestra última comida con Raúl y Jesús (se marchan a casa a preparar su ordenación como sacerdotes, el próximo sábado)  fue un poco más especial de lo habitual. En primer lugar teníamos refrescos en lugar de agua y después la exquisita tarta de chocolate de la sirena, ah! y no nos olvidemos del helado con un sabor que no te esperas. Así, con un brindis, despedimos a nuestros dos compañeros y les deseamos suerte en esta nueva etapa de su vida. Con su marcha quedaba por solucionar la nueva disposición de las parejas de trabajo que requirío de un par de ajustillos de última hora: se acabó el turno de descanso.

No mucho más tarde marchamos hacia la obra junto con Peniel y Meliana, dos de nuestros obreros incondicionales, para probar la gran estabilidad de los nuevos puchiandamios. En zona de pintura, tras rascar y pintar conseguimos avanzar y ya queda menos para terminar el techo. En el empañetado, vamos a toda velocidad… se podría decir: “como alma que lleva el empañete. Sube cubo, baja cubo, dar semento, pulir semento, sube cubo, baja vista, sube cubo… TA TA TA TA TA.

 Pero desde luego lo mejor de la tarde fue  ver como nuestro pequeño ayudante, que es sordo mudo, siente por primera vez la música gracias a las vibraciones de nuestro altavoz. El caso es que estábamos recogiendo ya para marcharnos, y el chico estaba como siempre por ahí enredando. Algunos días nos ayuda a lavar los bártulos otros simplemente corretea por ahí buscando un poco de atención. Esta vez se acercó al cordi que estaba para guardar el aparato de música y se dispuso a enredar con el Ipod. Le paramos y le colocamos la mano en el altavoz y pusimos una música con graves bien duros. Nada más subir el volumen  y empezar aquello a sonar notó el golpe del dembow (un tipo de música a tope de tonos graves) y se quedó muy  muy quieto, abrió tremendamente los ojos y empezó a sonreir. Bajó, subió el volumen, ponía, quitaba la mano… incluso el tipillo se agachó y puso la oreja y como no notó nada aleeee otra vez a poner la mano. Hasta que no nos fuimos, no hubo manera de separarle del altavoz, y menos aún de conseguir que dejara dejugar con el volumen y el encendido y el apagado. UN PUNTAZO!
Fue para la mayoría de nosotros uno de los momentos más emocionantes de este viaje.
Atención pregunta, ¿ayudamos a la de los dientes o al sordo? ¿A los dos quizás? Entre todos tenemos dinero para mucho…  ¿para cuanto? Y en lugar de a estos dos, ¿no habrá otros con más necesidad?  Entonces... ¿por dónde empezamos? ¿Empezamos? Y ayudar a algunos ¿no es injusto para otros? ¿Es eso escusa para no hacer nada?…
Y a todo esto, nosotros comiendo con un helado y con refrescos… Insisto, demasiado para nuestras jóvenes mentes y nuestros quebradizos valores.
Tras el momentazo, de nuevo en marcha a La Sirena para aprovisionarnos. El cordi uso su: “sexi pero vulnerable” en la caja central y cambio sus puntos de la Sirena por 80 boletos para la rifa de un apartamento y una “Pick-UP”. Como nos toque a ver  qué hacemos, todo un problemón.
Llegamos a casa matados del cansancio, como de costumbre, pero listos para comenzar a preparar la gymnkana, aunque sufriendo como bellacas para mantener los ojos abiertos y no hacer un Carlota (guiño guiño) llevándose el wuayabaso del día contra la mesa.

martes, 16 de julio de 2013

DÍA... : Perdiendo la noción, no el tiempo.


El día comenzó con un barreño caído en el cuarto de baño que les llevó más de una hora limpiar a las inteligentes y malabaristas de Mónica y Carlota. El procedimiento de recogida fue complejo, pero el caso es que entre risas, comentarios de lo ocurrido y gente intentado dormir en las esquinas pocas personas en la casa pudieron dormir.
Unas horas después (Si a alguien le pareció temprano lo del otro día, esta vez: ¡a las 4!) toda la familia estaba despierta para empezar nuestro gran y largo viaje, acompañados de los soletes Betty y Penniel con los que pudimos disfrutar primero de la hiperactividad de Carlota (que le duró 7 kilómetros) , luego de un sueñito (175 km de los de aquí, hasta Barahona) y después de un desayuno de los buenos con vistas al mar y batidos de chocolate, todo ello intercalado con los momentos de Furor y de canto que tanto caracterizan nuestros viajes allá donde vamos en la República Dominicana. Finalmente tras seis horas de viaje (300 km… menuda media) en las que pudimos ver el paraíso y las aguas más cristalinas de nuestra vida, llegamos a Bahía de las Águilas: ESPECTACULAR!
Con kilos de crema para no convertirnos en pequeños Sebastianes (y/o torreznitos) y un precioso paseo en lancha (a todas las madres: con salvavidas) pudimos llegar a nuestra pequeña,  kilométrica playa privada. La arena de origen coralino, tremendamente fina y blanca y los diversos tonos desde la orilla casi trasparente hasta el azul oscuro en el horizonte pasando por verdes y turquesas …  auuuuuuu!! Una vez desembarcados nos dispusimos a estar allí perdiendo la noción del tiempo. Habitualmente la noción del tiempo se pierde una vez y punto, pero esa playa era para perderla cada ratito. Con millones de aguadillas y jugando largo rato a lanzarnos una botella (como dice el castizo 

refrán: a falta de balón, buenas son botellas)se paso la mañana. Bueno debió de ser la mañana porque como ya he dicholanocion del tiempo se había perdido. Después una comida un tanto pasada por arena en una minisombra de 1 metro cuadrado los 11 cooperantes cual castellet donde ninguno se consiguió quemar, lo que fue un logro. Para terminar una siestaca descerebradora y un paseo playa arriba playa abajo, con el único ruido del viento, los pelicanos, las pardelas y otros pájaro (los kiwi…) 

Cuando llegó la lancha para recogernos de nuevo ninguno se quería ir de ese pequeño trozo de cielo, pero un apasionante viaje de vuelta nos esperaba, con unos cuantos baches y canciones de las antiguas que a todos nos tocan el corazón, donde todo Aniceta cayó dormido excepto el chófer seguro y su compañera de viaje Beatroz. (Beatroz en sanscrito significa: mujer que no guarda silencio)
Al llegar a casa (6 horas después) medio zombies tuvimos que hacer nuestras tareas de la casa, preparar toooodo lo referido al trabajo del día siguiente en los campas y pegarnos la ducha del siglo, además de disfrutar de una deliciosa cena que le puso la guinda al día. Entre cabezazos a la pared por parte de todos y litros enteros de “Manitas Limpias” conseguimos irnos a la cama con un gran wayabaso pa’ tos, a la espera de un nuevo día de campamento movidito pero sensacional.


DIA 17: Sábabado. ¡Por fín piscineo?

Aunque fuera fin de semana amanecimos prontito como buenos trabajadores y enganchamos a Aniceta para seguir con nuestra obra. Se presentaba una mañanita dura y con mucho sol en la que los ‘ingenieros’ nos dieron un día de descanso, los ingenieros en Sábado como que no van a la obra. Los bracitos que vamos a llevar a Madrid van a ser como los de Popeye, somos un grupo de fortachonas perfecto para hacer cemento o ‘materia’ ,como dice el padre Manolo, y para empañetar.  La fachada de nuestra capilla mejora más y más cada día; las paredes comienzan a completarse y Manolo es, sin lugar a dudas, el maestro de la obra, ¡menuda marcha lleva! Menuda mano de obra se perdió la burbuja inmobiliaria. 
Cuando dimos por finalizada nuestra jornada de trabajo, lo primero la limpieza de los aperos de trabajo, esa vez con unos colaboradores de excepción:


Luego regresamos a casa para ducharnos en tiempo record (las chicas, porque lo que vienen siendo los hombres de la casa tardaron en ducharse el mismo tiempo o más que las 8) y volvimos a la furgo para dirigirnos hacia Santo Domingo donde nos esperaba la familia de Raul con quienes compartimos una agradable mañana en la piscina y una comida rica, rica, ‘’sana, sana’’ en la que el papa de Raul (Cacao) nos dio una señora lección sobre frutas tropicales todas desconocidas. Allí Juan Alejandro, el sobrino de Raul, nos dio unas clases magistrales de guitarra, además de enseñarnos a tooodos los animales de peluche que guardaba en su habitación, el zoo de Santo Domingo entero.


Después de hacer unas cuantas ´ballenas’ y ahogarnos haciendo anchos buceando, decidimos ir a dar un paseo por Santo Domingo, pero el clima no nos lo permitió lo cual nos vino relativamente bien porque así hinchamos las ruedas de Aniceta, que andaba un poco floja. Dos semanas después y tras 17 gasolineras (no es exageración es dato) y tras comprar un medidor por fin encontramos una máquina de aire que funcionaba a la perfección con su manómetro y su manguera y su aire… y de paso unos juguitos para hidratarnos camino de San Cristóbal.
Una vez en nuestra ciudad asistimos a la misa JAR : AAAAAGUSTINOS PAN PAN PAN PAN PAN REECOLETOS PAN PAN PAN PAN PAN  (traducir  los “PAN” por palmadas) donde, como siempre, salió a relucir nuestro sentimiento agustiniano (que penita que en Madrid no sea así) cantando las canciones típicas del colegio y contestando a las preguntas de Ismael sobre nuestras sensaciones en este proyecto. Además Moni y Maria Rojo nos representaron leyendo dos lecturas en las cuales la plegaria se nos hizo bola, ¿o no Mary?


Después de unos speeches de Raúl y Jesús acerca de su ordenación nos fuimos a la Sirena a comprar comida para un batallón, como de costumbre, con el objetivo de ganar el maravilloso Mercedes de puntos con la Siremax. Al volver a casa lo primero que vimos fue al ‘chofer seguro’ encerrarse raudo y veloz en sus aposentos para dormir alguna hora, Blanca y Carlo prepararon una cena al más puro estilo americano a base de maíz del ‘pollito maiz’, y después de echarnos unas risas en las que parecía que más de una estaba llorando, nos fuimos a la cama para un gran wayabaso pa’ tos!

sábado, 13 de julio de 2013

DÍA 16: EQUIPOOOOOOOOO? ÑEEEEEE!!!!


Tras la visitilla de Chantal toca volver a la normalidad, hoy es día de campa y de rally, aunque la mitad de los niños no se haya dado por enterados.
Marchamos en dos furgos y comenzamos las clases de un día lleno de sorpresas.
Comenzamos el rally, que comprendía diez pruebas variadas en las que los monitores disfrutaron incluso más que los propios niños. En los equipos participó hasta el coldi, quien tenía su grupo ñá, el cual no fue el primero pero sí el mejor y el más pintado.



Por otra parte los espartanos iban en cabeza en Lava Pies, mientras que en Pueblo Nuevo un niño se pegaba el wayabaso de su vida haciendo aquaplaning. Una capitana en pruebas ganó, pero su grito no fue de los mejores, destacaron los de “heavytos”, “somos rudos, aahhh” y “ñá”.
Después de una deliciosa comida en la que todos comimos como en casa y con los estómagos a punto de estallar hemos decidido echarnos una cabezadita para recuperar fuerzas e ir a la Comunidad de Vlady. Por las prisas y el lío de llaves al final Bea y Blanca se quedaron en casa a la espera de que las recogieran mientras el resto esperaba en la capilla ardiente o misauna. Allí todos hemos asistido a la misa en la que más que feligreses parecíamos pollos asados, donde hemos encontrado un compañero ñá y después hemos podido disfrutar de música en tinieblas y coplas típicamente españolas. Eso sí, que no falte la cámara de fostos de Jesús.
Luego todos para casa y al llegar… ¡!pero si hay uno de mas en el bus¡¡
¡LETICIA PARA TU CASA! Que está claro que te gusta mucho la nuestra y nuestras canciones de párvulos que cantamos con tanta alegría.

Con algún que otro susto al final (#hiperventilaciónON) hemos conseguido hacer una cena de las buenas con lo que teníamos a mano. Como otros días, aquí estamos haciendo el blog además de estar dando cabezazos a los libros y cerrando los ojos disimuladamente. Está claro que en medicina no nos gana nadie, ya que tenemos todo el equipo médico aquí montado y de primera, listos para dar wayabasooo al primero que se escalabre.

DÍA 15: Ni huracán ni campamento ni tiro por que me toca.


Después de que Chantal nos diese un respiro nos levantamos a las 10 para tomar un desayuno de reyes, empezamos el arroz con leche que nos trajo la madre de Massiel y tomamos tostadas a lo francés. AY DIOO qué rico!! Con toda la tranquilidad del mundo y después de coger fuerzas fuimos de turis por San Cristóbal, con lo que fuimos los privilegiados de tener un tour privado por la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz (la capilla Sixtina del Caribe) donde se encontraba el escalofriante ataúd de Trujillo además de diversas tumbas, amigas cucarachas y una cinta de fondo con los chillidos de un milano que asustaba (ja , me parto) a  las palomas, aunque una de ni caso. Pasamos de la Sixtina a la iglesia más antigua de San Cristóbal, donde se firmó la Constitución, la cual era como una casita asturiana con unas interminables escaleras de caracol.
El mercado kamikaze con olor tan característico que te golpea al entrar y la posibilidad de tener dueño y poder ser cambiadas por una VISA. A falta de bayetas, Bea necesito comer farolas con lo que al final se acabó animando un poco el ambiente hasta al final regresar a la casa curial, donde nos esperaba un zumo de piña y wayabaso y una furgo pick-up. El viaje de vuelta a casa fue movidito, ya que al conductor le gustan los baches.
Después de cincuenta mil horas quitando la carne a un pollo congelado, el equipo de cocina nos permitió disfrutar de los sabores de la India. Un tanto precipitada fue nuestra comida, tal y como ya estábamos acostumbrados desde que comenzamos el trabajo en Sainaguá. Reemplazamos a Aniseta (snif snif), por una sustituta sin maletero y nos fuimos a colocar cemento y a pintar el techo, aunque al final nosotros acabamos siendo el cuadro, con la mitad del cubo en el techo y la otra en nuestra ropa.
¡Sorpresa sorpresa! Dos soles aparecen cargados de rosquillas y dispuestos a echarnos dos manos para acabar más rápido y sin deslomarnos del todo. Echa cemento, puli cemento, tatatata, y ponte a hablar en andaluz con un ex-militar dominicano, que fue una de ¿eing?
Mientras unos iban a la Sirena, otros en busca de Ramón, el cual nos hiso la del sabio, también nos encontramos a Wilson disfrazado de alemán. Íbamos para casa destrozaditos y con la única visión de futuro de cenar y encamarnos, y cual fue nuestra sorpresa que  40 dominicanos nos esperaban para echar una batalla de bailoteo y ponernos hasta arriba de galletas. La cena se aplazó para después del voleibol, los bachatas, el merengue y demás, en las que hasta el coldi participó.




Mientras se hacía la cena y los baños acompañamos a Vladi, Genova, Armin, Peniel y Willy a sus casas. En mitad de los baches y frenasos de la guagua nos encontramos con Ramón y Wilmy. Pa’ casita para una cena tardía que se nos acabó haciendo bola con un wayabaso pa’ toos.

DÍA 14: ¡Menuda la Chantal!


La alerta roja decretada en el país nos obligó a madrugar y trabajar mucho mucho…   JA-MO-NES!
Después de la falsa alarma de despertarnos a las 8 a recoger la ropa por culpa de la llegada de Chantal, finalmente amanecimos las chicas a las 10 para llevar a cabo la racionalización de cereales, 4 tasitas para cada una y no se hable más.
Comienza el proyecto para cada viernes, el rally. Tras 19 mapas realizados por la cartógrafa reina Isia y las mil quinientas explicaciones sobre cómo hacer correctamente las pruebas, que no falten destacar el buen uso de los ojitos recordatorios de Beatriz, dejamos todo listo a toque de truenos, ay diooooo que truenos, el cielo se volvió rojo a escasos metros, friendo algún que otro pollo, Marcos Junior D.E.P.
Como hoy desayunamos poco, también comimos “poquito” y después cine fórum, nos faltará vida para poder ver la gran lista de pelis que en cuestión de quince minutos hicimos entre todos. Y como Chantal no da descanso y aquí llueve de arriba abajo peeeeero con el típico efecto de chaflan y
se cala todo, mudansita al bunker a ver La vida de Pi (pues si que era bonito el león de itzi). Nuestro  bunker tiene poco que envidiar a los profesionales, como bien pudieron comprobar Manolo y Arturo, que parece ser que se pasaron a saludar y entre el ruido de lluvia truenos y otros no les escuchamos aporrear la puerta.


No ha salido el sol, pero los soles vinieron a visitarnos, Massiel, Melianna, familiares y la mega-jeepeta aparecieron con un ríquismo arroz con leche, pasas y canela para endulzarnos la noche.
Hoy para cenar, hot dogs y no era un buen día para ellos, qué turrrrrbio! Bea por primera vez se quedó con hambre y por eso le dieron balletaso en la boca de postre, gonorrea gonorrea uh uh uh, la que se ha cogido bea uh uh uh.

De nuevo subimos todos los bartulos al piso superior y entre sapos cantarines, una marabunta de hormigas y ronquidos, terminamos con un turbio wayabaso pa’ ti!

DIA 13: Dar será, pulir será, daaaar será, pulir será… TA TA TA TA TA


Parece que la actuación de ayer en la sirena de Calota la dejó agotada, porque no había quien la levantase de la cama. Con un poco menos de calor que ayer, pero con las mismas ganas que siempre, nos dirigimos a los respectivos campas. Las nubes asomaban por el horizonte, nubes de tormenta, pero señora tormenta. No sabemos si fue por las nubes o por intentar esquivar al motoconcho, la cosa es que el chofer le dio cereza y se quedó atascado en un hueco de la calle y si no es por los dominicanos de ahí no salía.
Se presentaba un día tranquilo, pero cuando viajas con españoles nada  sale como se piensa y esta vez le tocaba a Carlota el comprobar que las arañas (o lo que sea) hacen pupa, además de corretear por debajo de los colchones del chillout, así que pinchazo en el culete (digo, traserito) y para casa. Otro susto sin importancia (menudos dos días llevamos).
La comida de Raúl por fin no tenía culantro y se pudo comer sin quejas. Como habían planeado y sorprendentemente a la hora, se presentaron Melianna, Peniel, Arlyn y Wilson dispuestos a dar el callo en la obra. Mientras María y Carlota se vigilaban la una a la otra y a la par vigilaban la casa como Jules y Jim y su gran amigo Agustín, los cooperantes españoles junto con la nueva  mano de hora autóctona , subimos a Sainawá e inmediatamente Raúl, Penniel, y Alba se pusieron a rascar. Mónica haciéndose amiga de Michelle, dio será, pulió será y TATATATA.

El de su propia legua diagnosticó una sordera (que no es tonto, que es sordo!) Y por otro lado, en  la pared trasera cementaron Arlyn (manitas  limpia),  Wilson (el serdo) y super Melianna haciendo mezcla acompañando a las expertas de María, Bea e Itzi. Vigilados por Chusillo y dos perros asesinos desde una azotea.
“-Dar será, pulir será, dar será, pulir será…. Ta ta tata ta Daniel San. No aquí aquí aquí aquí… ariba, abajo, ariba, abajo.
-¿Y cuanta pared  hay que hacer maestro?
-Toda pared Daniel San”
Al tiempo, en el tejado Borja, Manolo y Luis rompían un canalón para poder ponerlo igual que estaba (si les hace ilusión…)
Demoramos el trabajo hasta el prediluvio universal, así que fregamos los cacharro, barrimos con las Nimbus 2000 y volvimos a casa en una bienoliente Aniceta.
Hoy por primera vez fuimos todos limpios a la Sirena, excepto Mónica que tuvo que bañarse a tasa, tasita, tasón! Como íbamos a ser 12, nuestro nuevo invitado Chantal, tuvimos que comprar para un regimiento sin nevera.

Vuelta a casa para montar la base del campamento urbano 2013, qué vaya pedaso tienda! Menos mal que hubo alguno más previsor que otro… Algunos usan piquetas y otros wayabas, así que wayabaso pa’ ti.

DIA 12: Una de cacas a la mesa 4


Ya después de una semana de campamento a algunos se les pegan las sabanas como el primer día y casi se queda en tierra Jesús cuando Aniseta asomaba el morro por la puerta.  Pocos podían imaginarse que podría hacer más calor que el habitual, pero Dominicana está llena de sorpresa y nos empezamos a preguntar de que servía ducharse por la mañana si en cuanto te subes a la guaga com
ienzas a sudar, preguntas sin respuestas. El calor pasó factura a más de uno, con mención especial a Novita que tuvo un pequeño vahído con final de cagarse. A parte de este pequeño percance, los campas transcurrieron con cierta normalidad excepto por la multiplicación de los niños de Lavapiés (de 120 a 150 niño).
En principio el día parecía tranquilo; una comida agradable, una buena conversación y un sueño reparador por parte de Novoa. Pero llegó el momento de irse a trabajar, aquí termina la tranquilidad, menuda currada de tarde. Entre palada y palada de cemento, las obreras y obreros agustinianos bebían unos dos litros de agua, pero eso sí, el trabajo concluyó con un muy buen resultado, hasta tal punto de plantearse la creación de una empresa constructora. 

Un llamado de emelghencia nos hizo darle zapatilla a Aniseta y volver a casa para recoger al saco de patatas que había tirado en la cama y acercarlo un momento a las ulgencias de un hospital perfectamente descrito en la canción ‘El Niagara en bicicleta’ (ya tuh sabéh). Aquí lo bueno de las clínicas privadas es que tienes  tu propia mosca dándote vueltas y no hay que compartirla, con la rabia que da eso.
Aquí como todo lo arreglan con agujitas tacaaaa  pinchazo pa ti: via, suero, antibióticos…  eso sí, siempre acompañado de tu mosca personal. Mientras Borja respondía a la llamada de: ‘Familiares de María Novoa’, el padre Manolo hacia bromas sobre la situación y sobre la atención personalizada, vamos que la medico hacia de médico, de telefonista, de enfermera… y en segundo plano la enfermita contaba las gotas del suero al caer esperando que no fuera nada.  Entre tanto el resto concluía su jornada habitual yendo a la sirena a comprar la cena y la comida, con una actuación de ballet por parte de la señorita Martínez Balboa con un espagat de puntuación 10.
Una vez comprada la cena, el grupo se fue a casa a cocinarla, y mientras al grupo sanitario le tocaba un análisis coprológico!!!! No queremos entrar en detalles pero… cuanto mayor es el frasco… ¡mas mejor!.  Seguidamente una opípara cena en la casa curial, donde por poco casi tienen que volver al hospital pero con otro paciente, el Padre y su corte en el dedo. Benditas tiritas adhesivas! Lo mejor de la cena el zumo de mango con miel, o más bien, miel con mango. Al recoger los análisis, y tras la explicación del parasito que no era un parasito si no un saprótrofo que no es malo pero… que tampoco es bueno,  la medico nos dio una lección por la que vale hacer la carrera de medicina: El agua solo te aporta… AGUA. Y que beber abundante líquido es posiblemente lo más importante que hay que hacer, si no quieres pasar una agradable tarde haciendo tests de orinina o en su defecto coprológicos, tengas ganas o no.

Al llegar a casa, la cena se estaba sirviendo en la mesa y Borja aprovechó a cenar doble. Como todo el mundo sabe: “lo bueno si breve, dos veces doh” Después de un día peculiar y habiendo comprobado que no te acostarás sin saber una cosa, nos dirigimos a la cama para descansar. Mañana será otro día, y esperamos que con unos pocos menos wuayabasos.

jueves, 11 de julio de 2013

DÍA 11: DOMINGO y nos fuimos a SANTO Idem

La misita la dio en P. Manolo, y aunque la homilía estuvo bien, fue de cabeceos. En las ofrendas soltó una paloma (pareció ensallado a tope) y para terminar un espectáculo de ofrecer un niño en el altar que dejó al rey León como un mindundi. (Es el ciclo sin fiiiiiin que lo envuelve tooooodo….) Uy si  este niño no vuela. Pobre mini-micrófono.
Viaje directo a Santo Domingo, nos sin antes recoger a lo más dulce de San Cristobal: Betty. El asucar glass del merengue!
Primera parada: el zoo de los chimpamcés (así lo ponía al menos). Para comenzar, un trenecito (a todo esto construido en Alacant) nos dio un pequeño pirulo por el parque. El paseo lo amenizaba una guía a lo “Matías Prats dominicano”. Primero las aves rattites como avestruces y casuarios se disputaron frente a nosotros el título de ave corredora más veloz  y al final ganó un niño dominicano que terminó tropezando y rodando cual bolica por el suelo. 


Luego las Marías, Blanca e Itzi se animaron a coger una pitón albina de 30 kilitos. Continuamos yéndonos de marcha marcha con el rey Julian, Moritz, y Mort, para acabar visitando a los hippos que se estaban dando besitos (en la yugular) vamos que se habían pedido tubo. 
Tras el intento frustrado de Mónica de montar en poni y de Novita de ver la granja infantil, nos fuimos a comer Mofongo, mirando al mar. Qué prefieres, cada uno en un restaurante diferente disfrutando de unas vistas bucólicas mirando al mar,o todsh junto en esta esquina. Evidente, ¡junto mi amol!

Segundo “all in”, todo al Sancocho (todo junto o ¿Cocho era un Santo?) De postre fuimos  a la zona colonial y entramos en la Fortaleza Ozama donde Piesito se convirtió en el guía ofial, tanto que una parejita dominicana se acopló al grupo para escucharle y hasta nos hicimos amigos  y nos hicimos las FOSTO.
Visitando la fortaleza por dentro Itzi se dio cuenta que en cierta habitación les mataban de frio. Mazo frío. No cabe duda que es una muerte cruel y lenta para el trópico.
Con la catedral ocupada con la misa, fuimos a tomar un helado al Bon, o bien un café o bien un agua o las tres cosas (¿ehhh Sarr?) y luego a la Plaza de la Independencia dónde recibimos una pequeña clase de la relación Dominicana-Haiti  justo en el km 0 de Sto. Domingo. 
A continuación tiramos la moneda en el foso del altar de la patria (Betty hasta los 56 nada nena), de donde fuimos haciendo marcha hasta la catedral y sin haber aprendido la lección de las cuevas, volvimos a quedarnos fuera.
Para terminar al Panteón donde un hombre nos dio un tour by the face y no pudimos mas que huir de el en lugar de pagarle.  En la huida nos encontramos al Vlady y a la Génova que estban celebrando la quinceañera de una prima. Aquí (en casi toda latino amércia) cumplir los 15 lo celebran como si no hubiera ha haber mañana… tremendo.
Cerramos la Sirena pero lo del gas no se había solucionado, así que cenamos fruta y cereales. (cloro-manzana, piedra-pera) nunca es tarde para aprender a pelar la manzana, pero siempre puedes disfrutar con un rico plátano…

Y entre risas y más risas, Borja hizo la del Sabio y reventó una silla y a punto estuvo de morir del Wayabaso.

DIA 10 : ¿Maravillas? Los horarios de las cuevas

En pié realmente temprano  (las 5:15, no se donde ve el que ha escrito esto lo de “relativamente”:  es temprano de narices. Es más, ¡no existe nada mas temprano que eso!) aunque para la mayoría el madrugón supuso llegar del chillo-out a Aniceta. Y tras 3 horas de cebezazos llegamos a La romana. Eso sí, con previa paradita a desayunar coco (primer  “all in” del viaje)
La primera visita fue a la basílica de la Altagracia, (intento de imitación del vaticano, con preocupante simili
tud  a las gasolineras de REPSOL) Una vez dentro, hicimos la cola para pedir nuestros deseos a la Virgen. Para esta nación es un símbolo muy querido y le tienen muchísima devoción, sería asimilable a la virgen del Rocío en Andalucía. y de ahí a desayunar. AY Dióh que batido y que galletas!
Fuimos ya para la playa, y gracias a la glandes indicaciones de Raúl y Jesús (#IroníaOn) , conseguimos llegar a la preciosa Bayahibe. Que no picaba el sol ni nada oiga. Se nos quemó hasta la Mundiá.
Sufriendo aguantamos en la gélidas aguas del Caribe unas al menos 2 horas, para ganarnos esa ensalada campera que tan buena estaba. Tras un paseo por los puesto de la playa y visitita a

l faro, nos dimos un último baño del que luego no arrepentiríamos al no llegar a visitar las cuevas de las Maravillas por llegar 45 minutos antes de que cerraran según ponía en la web, 15 minutos tarde según ponía en la puerta. Ya se yo quien les actualiza a estos la web. Mazo maravillas.


Y al llegar a casa y fregar Aniceta, la cual escondía media playa, vinieron de nuevo todos a hacernos el típico plato de arroz con guandules que no gandules, y de nuevo sesión de baile. O bueno, esa era la intención inicial, pero al darnos cuenta de que no teníamos agua, ni gas, y que tendríamos que robarle café al vecino, pandió el cúnico y nos convertimos en los peores anfitriones de la fiesta. Eso si, los dominicanos se involucraron tanto, que de repente la madre de Massiel salió de misa a las 12 de la noche, aunque nosotros no pudimos disfrutar del chilly (porque en lo más íntimo quiero chilly) hasta las dosh, dó de la mañana ya que tocaba reunión de emergencia esos si, con velitas, para dar ambiente. Era reunión de bronca, llevamos semana y  pico aquí Y: ¡no, así no eeeeeeeeeeeee!.  Asi que Wayabaso pa todos.